miércoles, 22 de mayo de 2013


¿Quiénes forman y financian Cáritas? Los datos



No puedo evitar cuestionarme todo y no fiarme de ideas preconcebidas por lo que me surgió la duda de si los datos objetivos sobre la ONG española Cáritas, asociada en la conciencia colectiva muy fuertemente a la Iglesia, sostienen realmente dicha asociación en cuanto al soporte humano y económico. [Para evitar malinterpretaciones, me refiero a la "Iglesia como institución"].

Lo primero, reconocer la encomiable determinación de esta ONG en hacer una gestión transparente de sus recursos económicos, tanto de ingresos como de gastos, sin la cuál no sería posible conocer los detalles que siguen a continuación, basados en sus propios informes (20082009 y 2010).

Lo segundo, aclarar dos confusiones muy extendidas entre los contribuyentes españoles sobre qué pasa con su aportación del 0,7% de la casilla de la declaración de la renta: al marcar la casilla de la Iglesia, tu aportación NO va a Cáritas ni a ninguna otra ONG de la Iglesia. Para aportar dinero a Cáritas de tu IRPF realmente hay que marcar la casilla de "Fines sociales". Ellos mismos lo reconocían este año al pedir en los medios que se marcaran ambas casillas. La segunda confusión es comparar el marcar esa casilla con "lo estoy pagando de mi bolsillo": esto no es cierto ya que en ningún caso se nos descuenta nada más por marcar una o ambas casillas. Con el sistema alemán por ejemplo, sí que se puede decir que los contribuyentes pagan voluntariamente de su bolsillo, ya que al marcar la cruz se les descuenta esa cantidad extra, y la apostasía es la única manera de librarse del impuesto (podéis leerlo en este informe (PDF) o en esta web de la diócesis de Canarias).

La partida de dinero público que va al Fondo Común Interdiocesano por IRPF, 210M€ en 2009, son el 94% de los fondos disponibles para sus presupuestos anuales (Fuente: Libro de la Conferencia Episcopal y Presupuestos de 2009) [Esto parece que sólo es una pequeña fracción de los ingresos totales de la Iglesia, de los que no tengo datos ni es un tema que nos incumba aquí].

¿Cuánto de esto se destina a Cáritas? Como veremos abajo, como mucho 2M€ en 2008. El grueso del presupuesto, sobre un ~60% se destina a pagar el sueldo de los 20,000 sacerdotes seculares (incluyendo el pago de su Seguridad Social como debe hacerse con cualquier trabajador). Sinceramente, no sé cuánto se aporta directamente a ONGs o beneficencia porque no encuentro una partida con ese concepto en sus presupuestos (la cifra de 2M€ la he deducido de los ingresos de Cáritas, ver abajo). Otra cosa, que nadie pone en duda, es que los sacerdotes dediquen su tiempo e incluso su propio dinero a ayudar todo lo posible en su entorno local.

Pero, curiosamente, en el libro de la Conferencia Episcopal sobre la financión de la institución se muestra la labor de Cáritas como ejemplo del ahorro que la Iglesia supone para el Estado al realizar tareas de apoyo a las clases desfavorecidas. Pero no menciona de dónde se financia Cáritas, pudiendo el lector confundirse y asumir implícitamente que es la Iglesia quien financia la ONG.

Y ahora, paso a los datos.

Primero, ¿quiénes forman Cáritas? (basado en su informe de 2009):




De un total de 64360 miembros (4674 contratados y 59686 voluntarios), un 77% son personas laicas, mientras que un 4,3% son sacerdotes o religiosos.

Otra estadística más "justa", científicamente hablando, sería ver qué porcentaje de sacerdotes del total de la Iglesia (unos ~20,000) forman parte activa de Cáritas. Esta cifra resulta ser un ~7%, mientras que "sólo" un ~0,1% de la población general forma parte de la organización. Luego sí es cierto que hay más afinidad entre los sacerdotes y la organización que entre el público en general (para evitar suspicacias: "público en general" NO excluye a personas laicas de fe cristiana o cualquier otra), aunque considerada en su global sean tan sólo un 4,3% del personal humano de esta ONG. Esto es lo esperable ya que hay muchas más personas  laicas que religiosos+sacerdotes, pero desde luego contrasta con el prejuicio que se suele tener.

Y sobre la financiación (usando su informe de 2008, por ser el más desglosado que he encontrado):



Merece la pena pararse a leer cada uno de los que contribuyen con esta ONG para hacerse una idea del enorme apoyo social que tienen.

La Iglesia, como institución, no aparece. Es chocante que entre tanta transparencia, no se diga claramente cuánto aporta. Asumiré que es solo mi ignorancia y que el "Fondo Interdiocesano" y los "Organismos diocesanos" sí que sean fondos aportados de alguna forma por la Iglesia (aunque no puedo asegurarlo). Ello solamente sumaría un 0,15% + 0,76% = 0,91% de los ingresos. Sí, los bancos y cajas de ahorro aportan cuatro veces más. Tampoco sé si tendrían que aportar mucho mas, solamente es un dato y ahí lo dejo.

En esta página de "información cristiana", nada sospechosa, dice claramente que estos cálculos son correctos, ya que en 2008 la Iglesia entregó a Cáritas un 1% de su presupuesto, cantidad que eso sí, en 2012 aumentó hasta 5M€ (aproximadamente el 2% del presupuesto de la ONG). Ver foto del momento de la entrega simbólica del cheque.

Se podría alegar que tanto en voluntariado como en financiación, Cáritas está soportado por aportaciones de gente que se siente parte de la iglesia (comunidad, que no institución). Pero ese argumento chocaría con la idea preconcebida de que financiar la Iglesia (institución) es fundamental para mantener la de Cáritas, ya que aparentemente su aportación económica es casi insignificante.

Agrupando por la naturaleza de los ingresos, entre públicos (ayuntamientos, Comunidades Autónomas, el Estado y la Unión Europea), privados y de la Iglesia, el reparto queda así:


La distribución para 2009 y 2010 no presenta cambios significativos. Para 2012 la aportación subió del 1% al 2%.

No puedo finalizar sin dar una idea de la labor de Cáritas diciendo que en 2010 atendió a un millón de personas en nuestro país, de las que un 30% acudían por primera vez, lo que revela el efecto de la crisis económica actual en la sociedad. Además, lleva a cabo colaboración internacional teniendo presencia en 63 países. Desde que comenzó la crisis en 2008 el número de personas contratadas por la ONG ha tenido que reducirse pero en cambio no ha dejado de aumentar el voluntariado, conformando el 93% del personal en 2010.

 

 
- Fuente y agradecimiento a: José Luis Blanco (Universidad de Almería)

© Feliciano B.A. (Mayo de 2013)


domingo, 10 de octubre de 2010

De Santibañez de Vidriales...La calva

LA CALVA

Origen:
Todo parece indicar que el nombre de “calva” procede del espacio donde originalmente se practicaba el juego. Según el DRAE, Calva: “Sitio en los sembrados, plantíos y arbolados donde falta la vegetación correspondiente”.
El mejor sitio para lanzar un objeto, una piedra, contra otro objeto, un cuerno colocado a distancia proporcionada, sin nada que obstaculice la ejecución del juego.

Tiene raíces pastoriles y netamente castellano-leonesas, siendo León, Salamanca y Zamora las provincias donde hay más afición. Hay quien dice que éste juego lo practicaban los pastores desde la época de La Mesta o trashumancia del ganado lanar, aunque no se puede precisar muy bien.

Sobre todo se jugaba en las fiestas de primavera y de otoño, épocas en que los pastores se hallaban con sus ganados en las dehesas y las labores del campo no eran tan apremiantes. Se concertaban partidos con los mozos del lugar. Los pastores tenían fama de buenos calveros y la mayoría de las veces era justa, es de suponer que algunas veces perdían, ya que, se dice que en deporte el público es un jugador más del equipo local y, en este caso, ni que decir tiene que la preferencia era a favor de los contendientes de la localidad.

Hasta los años 1960-1970, el juego se practicaba en las plazas y eras. La práctica del juego requería que hiciese buen tiempo. Se comenzaba en abril y se alargaba hasta el inicio de las labores del verano. Era el domingo el día del juego, pero también las fiestas de los meses de primavera y verano: San Isidro, San Juan, San Pedro, Ascensión, Corpus, Santiago, Nuestra Señora.
Pasado el verano su práctica decaía, y solamente, si las condiciones meteorológicas lo permitían, se podía jugar en algún domingo o fiesta del otoño.
Actualmente, la afición ha decaído considerablemente, hasta el punto que, en algunos pueblos, no se celebran partidas de calva.

Descripción del juego:
El juego consiste en lanzar el morrillo (una piedra o canto rodado de río muy dura, que se halla en las cuencas y márgenes de los ríos) desde una distancia aproximada de 14-16 pasos, en algunos lugares llega hasta los 18 pasos, unos 15 a 16 metros, intentando golpear directamente la `calva' (pieza de madera que se coloca en el suelo sobre su base o zapata), ganando el jugador que mayor numero de veces la golpee a igual numero de lanzamientos.

Solo se consideran calvas válidas o buenas cuando el morrillo pega en cualquiera de los dos lados de la calva sin tocar en el suelo.

Equipo necesario:
La calva: Es una rama de árbol, generalmente de encina o roble, aunque antiguamente fuera un cuerno, de una sola pieza con dos brazos que forman un ángulo entre 110º y 120º, cuanto más próximo en ángulo recto la calva es más alta, y más baja cuando es lo contrario, se denominan `zapata' la parte que apoya en el suelo y `alzada' la parte superior. La longitud de la zapata oscila entre 25 y 30 centímetros y la alzada entre 20 y 25 centímetros.

Los lados de la calva son dos paralelepípedos rectangulares, de 5-6 de ancho y 4-5 de grosor, por término medio.

El morrillo: Es la pieza que se lanza sobre la calva. Actualmente, en algunos pueblos, es de hierro, aunque tradicionalmente fuera de piedra. Posee forma cuasi-cilíndrica, de peso y dimensiones conforme a los gustos y posibilidades de cada jugador, según sus fuerzas, suelen pesar entre 1 y 2 Kg, tiene 20 a 25 centímetros de longitud y entre 5 y 7 de diámetro.
Cada jugador tiene varios, puede cambiarse cuantas veces quiera durante la partida.
El "morrillo" se lanza en horizontal. Hay casos en los que "de cara a la galería" o como "exhibición" se lanzaba en vertical.

Número de participantes:
Este juego se puede jugar tanto individualmente, un mano a mano entre dos jugadores, como por equipos de dos, tres o cuatro jugadores.

Reglas:
Debe haber un juez o arbitro, generalmente no participa en el juego, pero a veces uno de los jugadores es nombrado con el acuerdo de ambos equipos y tiene por misión lo siguiente:

Medir los pasos en línea recta y sentido longitudinal de la calva, que es la distancia mínima que debe mediar entre el extremo base de la calva y el punto desde donde han de lanzar el morrillo.

En el punto señalado por los pasos, el juez traza una línea recta transversal y los jugadores pueden tirar el morrillo, por la derecha o la izquierda de la calva pero siempre por detrás de la raya. El sentido de tiro puede combinarse, en conformidad de los jugadores, durante la partida.

Realizar el sorteo de cuál de los dos equipos es el que haga la primera tirada del morrillo para comenzar la partida. Es habitual lanzar una moneda al aire.

Anotar un punto cuando el morrillo impacte con la calva, sin tocar el suelo.

Colocar la calva derribada por los jugadores; tiene que hacerlo siempre en el mismo sitio.

El juez contabiliza las calvas buenas de cada equipo y él mismo o un apuntador, persona también elegida por ambos equipos, apunta los tantos conseguidos para cada equipo.

Cuando uno de los equipos consigue la penúltima calva del juego tiene que decirlo en voz alta, indicando, a la vez, el número de ellas que tiene el equipo contrario. A esto se llama en término calveril "cantar la jugada".

Al juego acompañaban expresiones tales como: "¡Buena va! ". O cuando el jugador que lanzaba estaba seguro de que daba calva, hostigaba al contrario con: "¡Mira a ver!" Las palabras que utilizaban los jueces para cantar el lanzamiento fallido se denominaban: corta, larga, dudosa.

Casi siempre se juega bebida o comida, pocas veces dinero; algunas veces las bebidas suelen consumirse durante la partida y las comidas al término de la misma. Puede jugarse a repartir y, entonces, el equipo ganador, reparte el premio entre los jugadores, a partes iguales.

Las partidas se conciertan a un determinado número de tiradas, que pueden ser finalistas o pueden ser por eliminatorias, dependiendo del número de participantes en el juego.
Si la partida es por eliminatorias, éstas se componen de 4 juegos. Cada juego se termina y gana el equipo que haga primero 9 calvas.
Si la partida es finalista el juego es de 21 y otras veces a dos vueltas de 15 calvas.

La partida empieza colocando el juez la calva en su sitio y lanza el morrillo el primer jugador del equipo que, en suerte, le correspondió ser el primero en lanzar; si este jugador logra calva válida, tira el segundo jugador de su mismo equipo, si éste hace lo mismo, tira el tercero y así correlativamente, hasta que alguno de ellos falla y, entonces, empiezan a lanzar el jugador primero del equipo contrario, siguiendo las mismas normas que el anterior.
Terminado un juego, empieza el juego siguiente el equipo que perdió el anterior. Cuando el equipo que inició un juego lo pierde, se dice que perdió la mano.
Será ganador el equipo que logre primero las partidas, los juegos o las calvas concertadas. Cuando empatan a partidas, juegos o calvas, suelen acordar el desempate a un número determinado de calvas.

Variantes:
En la primera calva de la partida se coloca la calva con el ángulo abierto hacia la dirección de los jugadores, en esta posición, de ángulo abierto, su valor es uno.
Al empezar el segundo juego y siguientes de la partida, la calva se pone con el ángulo cerrado en dirección de los jugadores; en esta posición se llama "burro" y su valor es de 2 puntos.

Se consideran calvas válidas o buenas:
1º Cuando el morrillo pega todo él en cualquiera de los dos lados de la calva sin tocar en el suelo.

2º Cuando más de la mitad del morrillo pega en cualquiera de los lados de la calva antes de pegar en el suelo.

3º Cuando el morrillo pega en el lado superior de la calva y la tumba antes de tocar en el suelo, aunque sea menos de la mitad del morrillo. Entonces llaman calvas de "orejera".

Son calvas malas las que el morrillo pega antes en el suelo que en ella y las que pegando a la calva, toca a la vez más de la mitad del morrillo en el suelo.

 
 
© Feliciano B.A. (Septiembre de 2010)